sábado, 31 de diciembre de 2016

Fracasando

Entre el mar y el lago
eligió la bizarra arena.
De súbito se alargó
como un débil vientre blando.
Fue perdiendo la huella
en estos tiempos nuevos
y terminó encogido,
rechinando con mil ruidos.
Se refugió, presuroso,
en el país de los horizontes cercanos
para terminar cada día
fracasando mejor.
Su azul de antaño
hoy solo es un gesto gris
de vertedero.


2 comentarios:

  1. No existe el fracaso, pero sí una elección no apropiada, que se convierte en lección aprendida.

    ResponderEliminar
  2. he llegado en medio de tu reflexión parece de buen augurio.
    (Soy Natalia, un poema o tal una gitana)

    ResponderEliminar