lunes, 13 de abril de 2015

Buen día

Despiértame calladamente y con lluvias de sonrisas,
con brisas profundas y mansas, aromadas de rocíos.
Madrúgame en mañanas donde gobierne la libertad,
quítame la niebla de lo nocturno, con tu mano insolente
sobre mis ojos entreabiertos, y déjame ver la alborada
con la inocencia de golondrinas acortando distancias.
Espera el minuto en que los sueños huyan en retirada
y que tus labios pronuncien un azucarado “buen día”.
Luego, desayunemos juntos el resto de nuestra vida.

1 comentario:

  1. Pase a leerte, y lo cierto es que tuve que buscar tu blog, no prodigas tu blog... con tu permiso comparto en mi perfil tu esplendido trabajo.
    Reme.

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