Próximo
a una rara afinidad,
con nombres innombrables,
algo varado en la monotonía,
casi a la deriva, va mi andar.
No supe bien que cosa hacer,
y solo se me ocurrió extrañarte.
Es un pequeño gran delirio,
con vapores transparentes.
A veces, me sobreviene ser
el gran señor de reflexiones,
pero
desde hace un tiempo ya
solo
soy una vaga esperanza
diseccionada en mil zozobras,
como un vía crucis mentiroso,
de varias urbanas huellas secas
que
numeran que ahí estuve yo.
La monotonia sumada a la incertidumbre a veces da por resultado la desesperanza. La solucion esta en uno mismo. El amor ayuda.
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